El Esequibo: soberanía nacional y traición a la patria (Opinión)

 

Imagen disponible en internet: Judas vende a Jesús



Por

Celestino Aponte



"Locamente enamorado" de Fidel Castro, seducido por el verbo del desaparecido dictador cubano y embaucado por la alianza Cuba, Guyana y países del CARICOM, Hugo Chávez abandonó el proceso de negociación y reclamación de los derechos venezolanos sobre el territorio Esequibo. Una manifestación inequívoca de esa conducta fue la declaración de Chávez en Georgetown el 19 de febrero del año 2004 en una comparecencia ante la prensa internacional con Bharrat Jagdeo, Presidente de Guyana, quien ante la pregunta de un periodista responde como sigue:


     Periodista: “Se señaló que no se iba a discutir la cuestión del diferendo del Esequibo, pero especialmente en esta zona, Guyana ha iniciado unas actividades petroleras; sin embargo, esas iniciativas han sido rechazadas por el gobierno venezolano en otras oportunidades”.

    Presidente Chávez: “Bien, realmente eso no lo hemos ratificado en esta reunión de hoy. Hemos estado en Guyana y Venezuela durante mucho tiempo perturbados por el problema fronterizo heredado de los tiempos coloniales. Incluso lo comentábamos. Yo lo recordaba, y le contaba al presidente Jagdeo, que por allá por los años sesenta y todavía los setenta… yo era militar muy joven y a los militares venezolanos trataron de sembrarnos una semilla, una actitud antiguyanesa. Y yo estoy seguro que aquello no tenía que ver solamente y directamente con el asunto fronterizo, sino que aquello tiene que analizarse en el marco de la situación geopolítica que en aquel momento se vivía en América Latina y América del Sur y en el Caribe. A los venezolanos y sobre todo a los militares nos decían que había que recuperar el territorio pero que además había que evitar otra Cuba. Otra Cuba en Guyana, incluso, Jagdeo, yo recuerdo los mapas que nos mostraban. Venezuela y en rojo, pero aplicado a Cuba por aquí, Grenada por aquí y Guyana por aquí… en forma de tenazas y como una gran amenaza sobre Venezuela. Son viles estrategias imperialistas, para dividirnos o incluso para empujarnos a conflictos armados y violentos entre nosotros, algo parecido ocurrió con resultados desastrosos por allá en el medio oriente”.

     “Hace treinta años atrás nos mandaban a nosotros con la amenaza de que Guyana se convertiría en otra Cuba, y llegaba a plantearse abiertamente que nosotros teníamos que invadir el Esequibo, y tomar a Georgetown, nos pusieron a hacer planes de guerra contra un hermano pueblo como el de Guyana. A ver como entrarían los tanques a Georgetown, o por dónde saltar en paracaídas sobre Georgetown, una verdadera locura, con tesis imperialista y que además hacían un negocio redondo, porque desde esa época comenzó entonces el envenenamiento militar en Venezuela; es decir, la compra de armas y equipos militares que vienen del norte; muchos de ellos obsoletos y detrás de cuyos negocios se escondieron gigantescos hechos de corrupción, ese fue un negocio redondo. Hoy la situación es totalmente distinta y en Venezuela no hay para nada, absolutamente para nada, ningún sentimiento antiguyanés; sino más bien un sentimiento de hermandad y que hemos venido a fortalecer… y debo decirles que yo hoy sigo estudiando los mapas de Guyana, pero no para lanzar paracaidistas ni meter tanques de guerra, sino para ver por dónde se va abrir la carretera entre Venezuela y Georgetown o para ver dónde podemos impulsar proyectos de desarrollo conjunto”.

     “Así que el tema lo hemos conversado en privado y Jagdeo y yo somos tan amigos que conversamos cualquier tema sin ningún tipo de perturbación, como lo que somos: hermanos, presidentes de dos pueblos hermanos y de dos repúblicas hermanas, pueblos hermanos. Por ejemplo, lo que tú señalas… que si el gobierno venezolano ha bloqueado proyectos de desarrollo en la región del Esequibo y desde hace mucho tiempo… precisamente en el marco de la situación que ya yo referí, pero como hemos venido hoy con toda la voluntad, con la máxima voluntad de avanzar en la integración. Yo me he comprometido con el presidente Jagdeo y con Guyana. Primero que el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes; beneficio directo, como me decía el presidente, como es un proyecto de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas. Y segundo durante el surgimiento de cualquier proyecto más sensible, inmediatamente nos activamos ambos para conversarlo en la Comisión Binacional de Alto Nivel y buscarle viabilidad…”

Yo me he comprometido con el presidente Jagdeo y con Guyana. Primero que el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes; beneficio directo, como me decía el presidente, como es un proyecto de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas. Y segundo durante el surgimiento de cualquier proyecto más sensible, inmediatamente nos activamos ambos para conversarlo en la Comisión Binacional de Alto Nivel y buscarle viabilidad… (Hugo Chávez)

Chávez y Maduro ignorando los títulos legítimos que respaldan a Venezuela en la reclamación sustentados en los limites de la antigua Capitanía General de Venezuela en el periodo colonial, de la Gran Colombia y finalmente en la República de Venezuela una vez conquistada la independencia; ignorando, además, el fraude del Laudo de París de 1899 que despojó a Venezuela del mencionado territorio; y desconociendo el contenido del Memorándum Mallet-Prevost que desenmascaró el fraude forjado por dos jueces ingleses y un juez ruso que chantajearon a los dos jueces norteamericanos, pretenden vender la bufa tesis, según la cual, la reclamación venezolana y el litigio Venezuela-Guyana es una treta imperial para enfrentar a dos pueblos hermanos.

Una vez más, el ex presidente Chávez y su pupilo parecen olvidar que la controversia territorial no se origina por la disputa entre "dos pueblos hermanos", sino entre la legitima aspiración de un pueblo pobre e indefenso (la Venezuela del siglo XIX) y el imperio británico, la pérfida Albión, el más grande imperio durante los siglos XVIII, XIX y la primera mitad del siglo XX. Olvidan deliberadamente que la República de Guyana nace después de la firma del Acuerdo de Ginebra en 1963. Así como también olvidan que con la firma del Acuerdo de Ginebra el Reino Unido admitió que el famoso Laudo de París fue un fraude, un acto irrito.

Lo cierto es que la aplicación del Acuerdo de Ginebra, según el cual, las partes se comprometieron a buscar "una solución satisfactoria para el arreglo práctico" de la controversia fracasó. Todos los procedimientos ensayados fueron infructuosos y, lo mas grave, que en los últimos 24 años Venezuela abandonó, en los hechos, las acciones requeridas para hacer valer sus derechos gracias a la idiotez de Hugo Chávez y la inacción de Nicolás Maduro. Mientras Guyana explora, explota y otorga concesiones a empresas transnacionales para explotar las riquezas del Esequibo con el visto bueno de los gobiernos chavistas como lo declaró el fallecido Hugo Chávez.

Lo cierto es que la aplicación del Acuerdo de Ginebra, según el cual, las partes se comprometieron a buscar "una solución satisfactoria para el arreglo práctico" de la controversia fracasó. Todos los procedimientos ensayados fueron infructuosos y, lo mas grave, que en los últimos 24 años Venezuela abandonó, en los hechos, las acciones requeridas para hacer valer sus derechos gracias a la idiotez de Hugo Chávez y la inacción de Nicolás Maduro.

En este contexto general, el Secretario General de la ONU decide remitir el caso a la Corte Internacional de Justicia y Guyana interpone en el 2018 un juicio contra Venezuela solicitando se otorgue validez legal a la sentencia irrita del Laudo de París y que Venezuela se abstenga de participar en actividades económicas en el territorio en disputa así como de ejercer actividades de soberanía como lo sería usar la fuerza contra cualquier persona o empresa en el área con licencia de Guyana.

Frente a esta realidad el gobierno de Maduro ni defiende los intereses venezolanos en la Corte ni toma iniciativas diplomáticas para una solución negociada y práctica. Vale decir, un acuerdo bajo la premisa ganar-ganar. Es decir, Venezuela está en estado de indefensión frente a una Guyana apoyada por China, Cuba y los países del CARICOM. Éstos últimos, financiados por los gobiernos de Chávez y Maduro, condonadas las deudas y beneficiarias de PETROCARIBE con petróleo barato y nunca pagado. Por si eso fuera poco, con el apoyo y financiamiento de EXXON MOBIL.

El colmo de la insensatez es la propuesta oficialista de consultarle a los venezolanos si están de acuerdo o no con defender la soberanía nacional y la integridad territorial de Venezuela (Referéndum) como si algún venezolano podría estar en desacuerdo. Un gobierno mediocre e incapaz de afrontar la realidad y a sus adversarios reales opta por hacer boxeo de sombra. Detrás de lo cual se esconde una verdadera traición a la patria.

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