Fotografía de Kenny Jo en Prodavinci
Artículo tomado del trabajo de ascenso (2015)
Se define como pobreza las insuficiencias que padecen grupos de personas, impidiéndoles participar de las condiciones de progreso reconocidas universalmente y que, por tanto, dificultan el desarrollo humano equilibrado. Distintos organismos coinciden en afirmar que dichas carencias afectan a personas o grupos en aspectos relativos a: educación, salud y servicios básicos, y que son heredables a las siguientes generaciones, dando origen a un ciclo de reproducción de este terrible fenómeno social (Viloria, 2011).
Una de las razones por la cuales se considera impostergable el abordaje de este fenómeno es debido a que “…la pobreza afecta la gobernabilidad, produce inestabilidad al descargar constantemente presiones sobre el sistema político y sobre los principales consensos sociales, básicos para el funcionamiento efectivo de la democracia” (Viloria, 2011, p.1). La persistencia en el tiempo de grandes desigualdades genera frustración en los menos favorecidos, que eventualmente termina en conflictividad política y social (Villasmil, España , Santos y González, 2008)
Cabe recordar también, como señala Grzybowski, que, al igual que el resto de los sujetos sociales, los grupos en situación de pobreza no son necesariamente democráticos por naturaleza y necesitan volverse democráticos por medio del mismo proceso por el cual se hacen sujetos (citado por Sol Arriaza, 2012).
Breve explicación histórica del caso venezolano
Esta relación entre la satisfacción material de necesidades (que viene siendo parte de la evaluación de desempeño de la democracia) y sus posibilidades de éxito y continuidad en el tiempo, puede explicar en buena medida el caso venezolano. En sus primeros veinte años, el sistema político (recientemente denominado cuarta república y mejor conocido entre politólogos como sistema populista de conciliación de élites, como lo denominara Juan Carlos Rey) gozaba de un buen desempeño, pues se ampliaba de forma masiva el acceso a la educación y la salud, así como la posibilidad de ascenso social de las personas dentro de la sociedad. Pero en cuanto el sistema comenzó a perder, por múltiples razones que no corresponde mencionar aquí, su capacidad para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, comenzó también un proceso de deterioro del sistema y de sus instituciones. Resultando entre los más afectados: los partidos políticos. Surge entonces el fenómeno denominado antipolítica y buena parte de la sociedad comienza a rechazar todo lo que relaciona con la política, por considerarla causante de sus males. Esto, lejos de contribuir a solucionar los problemas, los agrava, en una suerte de espiral o círculo vicioso en el cual el pobre desempeño del sistema aumenta las debilidades del mismo, lo cual disminuye sus posibilidades de superación de la crisis y su capacidad de dar respuesta a las demandas de la sociedad.
“…la pobreza afecta la gobernabilidad, produce inestabilidad al descargar constantemente presiones sobre el sistema político y sobre los principales consensos sociales, básicos para el funcionamiento efectivo de la democracia”
La pobreza, como evidencia de la incapacidad del sistema para permitir a los ciudadanos su máximo potencial de desarrollo, se convirtió en el centro de las nuevas propuestas políticas de un actor antisistema, en torno al cual se constituyó un nuevo sistema político. Este nuevo sistema (comúnmente conocido como quinta república o proceso revolucionario socialista del siglo XXI o Castro-chavismo), llegó al poder por medio democráticos, pero no con fines democráticos, sino por el contrario, con la intención declarada de revolucionar el sistema totalmente y la no declarada de permanecer en el poder indefinidamente y para beneficio de sus gobernantes (no así de sus gobernados).
Estos gobernantes electos democráticamente, rápidamente, implosionaron al sistema desde dentro mediante la transgresión de las reglas básicas de funcionamiento de las democracias. Gracias a una “Constituyente” acabaron con la división de poderes y unificaron todos los poderes en un solo órgano que, además, estableció las nuevas reglas de funcionamiento del sistema político venezolano, sin respetar los derechos de las minorías. Este nuevo sistema político y electoral (no democrático), aplicó la aplanadora de votos para dar apariencia democrática (mucha gente cree y reduce su comprensión de lo que es democracia al voto).
Contaron con el apoyo de las masas a lo interno y con el internacional a lo externo, en gran medida porque el aumento de los precios del petróleo les permitió comprar muchos apoyos y el abuso de poder acallar a las voces que se oponían. Pero aunque los recursos provenientes de la renta petrolera se vieron favorecidos por los elevados precios del crudo hasta finales de agosto de 2014, resultaron insuficientes ante el elevado y creciente gasto público que requirió el nuevo sistema político populista y estatizador, además de una corrupción también desbordada.
"...al igual que el resto de los sujetos sociales, los grupos en situación de pobreza no son necesariamente democráticos por naturaleza y necesitan volverse democráticos por medio del mismo proceso por el cual se hacen sujetos..."
Durante estos años impulsaron la consolidación de una economía de Estado, en lo económico, y un Estado comunal, en lo político. Aunque actualmente, por momentos, y por la misma inviabilidad de lo propuesto anteriormente, parecen coquetear con un cambio de rumbo económico del país (sin garantías de Estado de Derecho porque no se trata de una democracia, ni de un régimen estable), algunos plantean que podría haber un giro hacia un modelo similar al chino, de liberalismo económico, pero no político.
En todo caso, lo que queda claro es que la sociedad no está participando en las decisiones relativas al modelo de desarrollo que le permitirá superar la pobreza. No hay diálogo democrático, ni diálogo social en nuestra sociedad. El nuevo sistema político carece del consenso social necesario, y de hecho, es rechazado por importantes sectores de la sociedad (tanto en cantidad, como variedad). Eso sin contar con que la pobreza generalizada (94,5%, según la encuesta Encovi de 2021) y la huida masiva (más de 7 millones, según la plataforma R4V) son evidencias tanto del fracaso de desempeño del sistema como en los aspectos formales mínimos porque en esta situación, dichas personas ni pueden participar, ni participan, se promueve su exclusión y su cultura política se aleja del necesario ejercicio de la ciudadanía.
Buena parte de los venezolanos ni entienden ni creen en la política, la democracia y permanecen desesperanzados y despolitizados, víctimas de sus propias creencias antipolíticas y de la gravedad de sus dificultades materiales.
La pobreza es un fenómeno multicausal y multidimensional, pero cualquiera que sea el punto de vista desde el cual se vea, su solución es determinante para el desarrollo sustentable del país.
Desarrollo sustentable
El desarrollo sustentable implica el respeto al ambiente natural y a los ecosistemas que lo integran, pero también al bienestar material y psicológico de los individuos, que son la razón de ser del desarrollo. Ello pasa por el desarrollo de capacidades por parte de los individuos y grupos que conforman la sociedad, para poder establecer relaciones beneficiosas tanto con la naturaleza, como entre ellos mismos, “lo cual exige la posibilidad de la participación en las decisiones sobre el desarrollo y el sistema de vida que le es inmanente” (Jorge, 2006, p.76). La realización del desarrollo sustentable abarca tanto nuestra relación con la naturaleza como las relaciones entre nosotros mismos, vinculándose así al desarrollo sustentable con la participación de los ciudadanos en política y por ende, con la democracia y la ciudadanía.
“Lo sustentable se fundamenta en instituciones, que tienen que ser fuertes, eficaces y socialmente rentables,” pues se plantea responder a necesidades de las presentes generaciones sin comprometer las de generaciones futuras. Ello implica una negociación de lo posible y de alianzas para su consecución, lo que nos lleva al concepto de democracia como forma de convivencia y a la existencia de una cultura democrática entre los ciudadanos. “No hay democracia viable sin cultura política democrática, ni hay desarrollo sustentable sin democracia” (Pulido, 2014).
A modo de postdata:
Es importante señalar que en las sociedades modernas complejas que existen en la actualidad, el principio democrático de soberanía popular tiene un límite real en el hecho de que en toda fórmula política es una minoría la que efectivamente detenta el poder. No podemos ejercer el poder de forma directa y en todo momento así que, lógicamente, delegamos en representantes ese poder que sigue siendo nuestro. Como consecuencia de ello, los estudiosos de la teoría de las élites plantean que hablar de democracia no depende del número de personas que gobierna sino de los modos en que esa clase política se forma, organiza, reproduce, renueva y ejerce el poder (Bobbio, Matteucci y Pasquino, 1991).
"...hablar de democracia no depende del número de personas que gobierna sino de los modos en que esa clase política se forma, organiza, reproduce, renueva y ejerce el poder..."
Referencias:
- Encovi. (2021). Encuesta Nacional de Condiciones de Vida. https://www.proyectoencovi.com/encovi2021
- La Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V) (consultada el 29 de enero de 2023) https://www.r4v.info/
- Jorge, A. (2006). El Centro de Investigaciones en Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable (CIGADS) aceptando el desafío de aportar en la solución de los problemas ambientales de Ciudad Guayana y su área de influencia. Copérnico http://www.cidar.uneg.edu.ve/DB/bcuneg/EDOCS/formae/Revistas_e/copernico/Nu mero_4/10.pdf p-65-79
- Pulido, M. (2014). Ciudad Guayana: una perspectiva desde lo ciudadano. Revista Guayana Sustentable, 14.
- Sol Arriaza, R. (2012). El desafío de la participación ciudadana en el estado democrático de derecho. Avances y retos de la participación ciudadana en la gestión de políticas públicas, en espacios institucionales de los Estados centroamericanos. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Recuperado de http://www.flacso.or.cr/index.php/publicaciones-jb-br-jb-i-labor-editorial-jbi/libros/196-el-desafio-de-la-participacion-ciudadan
- Villasmil, R., España, L., Santos, M. y González, M. (2008). ¿Por qué hace falta un Acuerdo para alcanzar el desarrollo? Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) Universidad Católica Andrés Bello. Recuperado de http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/IIES/recursos/Pobreza/Libros/Un%20acuerdo%20para %20alcanzar%20el%20desarrollo/Por%20que%20hace%20falta%20un%20acuerdo %20para%20alcanzar%20el%20desarrollo.pdf
- Viloria, C. (mayo 2011). Política social, desarrollo y pobreza en Venezuela Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS). Recuperado de http://www.ildis.org.ve/website/administrador/uploads/DocPolSocialDesayPobreza CVirollia.pdf

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