Por Dr. José María Fernández Arguiñano (Chema)
En noviembre de 2022 se celebró en Caracas el Foro de Sao Paulo, evento fundado por Lula Da Silva y Fidel Castro en 1990 para reunir, dialogar y hacer propuestas con la variopinta izquierda latinoamericana sobre políticas que debían promoverse en el continente.
En esta edición, el gran mecenas que utilizó a manos llenas los recursos del Estado fue Maduro, que no solo recibió a sus amigos latinoamericanos y europeos, sino que además invitó a universidades chinas, iraníes y rusas.
¿Pero es el régimen de Maduro de izquierdas? Se entiende que un gobierno de izquierdas está soportado fundamentalmente por una base fuerte de trabajadores activos y organizados, que aplica políticas para las mayorías y para disminuir la pobreza, que persigue una mayor igualdad entre los estratos sociales, que privilegia fundamentalmente la educación y la salud como dimensiones fundamentales para el progreso y la igualdad.
Maduro lleva casi 10 años en el poder. ¿Realmente ha aplicado esas políticas en Venezuela?
A falta de datos oficiales, porque el INE venezolano no da información estadística y no se ha ejecutado el censo que debía haberse realizado en 2021, nos guiaremos por la encuesta condiciones de vida 2022 (Encovi 2022) elaborada por investigadores de la UCAB Caracas.
1. El régimen venezolano no tiene una base de sustentación en la fuerza de trabajadores organizados.
La población económicamente activa es el 56%. De estos, el 44% trabaja en la economía informal. Del 50% que tiene un empleo formal el 22% lo hace en la administración pública, el 18% en comercio, el 10% en agricultura y solo el 1,9% en manufactura. El sector industrial está casi muerto.
El sindicalismo venezolano es una entelequia. Por ley los trabajadores perdieron el derecho a celebrar eventos electorales para dirigir sus organizaciones de forma autónoma. Los que se dicen dirigentes sindicales actuales son fichas del partido de gobierno. Si algún trabajador fija una posición política diferente a la del partido es despedido de la administración pública o perseguido.
2. El régimen de Maduro ha aumentado la pobreza a extremos insostenibles.
La falta de trabajo y la insuficiencia de ingresos para comprar la cesta básica alimentaria es la causa fundamental del éxodo de venezolanos. La pobreza llegó a superar en 2020 el 92% de la población y la extrema un 68%. Este porcentaje disminuyó levemente en 2022 para situar el nivel de pobreza en 81% y el de pobreza extrema en un 53%. Hasta un profesor universitario a dedicación exclusiva está por debajo de la línea de pobreza. ¿A qué mayorías atiende entonces este régimen de Maduro?
La pobreza llegó a superar en 2020 el 92% de la población y la extrema un 68%. Hasta un profesor universitario a dedicación exclusiva está por debajo de la línea de pobreza. ¿A qué mayorías atiende entonces este régimen de Maduro?
3. El régimen de Maduro aumentó la brecha entre ricos y pobres.
La principal lucha política de los izquierdistas es disminuir la desigualdad entre ricos y pobres. Su consigna es que nadie vaya adelante. Venezuela está en el continente más desigual del mundo y para 2022 es el más desigual de América Latina. El índice Gini es de 0,603. La diferencia de ingresos entre el decil más pobre y el más rico es de 70 veces. Esta desigualdad también se manifiesta a nivel territorial. El 38% de los más ricos vive en Caracas.
La principal lucha política de los izquierdistas es disminuir la desigualdad entre ricos y pobres. Su consigna es que nadie vaya adelante. El 38% de los más ricos vive en Caracas.
4. El régimen de Maduro ha desatendido los sistemas de educación y salud.
La educación y salud están en terapia intensiva: Las infraestructuras públicas están en condiciones deplorables: muchas sin agua corriente, con cortes de electricidad e internet, con equipos y mobiliario deteriorados o robados.
La deserción escolar es enorme. La disminución de matrícula a todos los niveles es alarmante. Hay 550.000 estudiantes menos que en 2019. Un millón y medio de niños y jóvenes entre 3 y 17 años están fuera del sistema escolar. La mitad de la población entre 3 y 5 años no asiste a un centro educativo. La educación privada ha aumentado con respecto a la pública.
Los hospitales y centros de salud están sin insumos sin equipos de diagnóstico y de cirugía. Uno de cada 3 mayores ha tenido problemas de salud. Disminuye el uso de servicios públicos y la atención ya que los familiares de los pacientes deben pagar laboratorios, insumos, y a veces honorarios.
Los regímenes autoritarios tanto de derechas como de izquierdas utilizan ideología, relatos y mensajes para cubrir con mentiras la verdadera realidad.
Aplican la hegemonía comunicacional goebeliana: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
El dictador vocifera que manda el pueblo pero él es su apoderado. Proclama la democracia participativa pero aplica el control social. Habla de paz pero persigue a los que le hacen oposición. Se muestra como demócrata y amante del diálogo pero ni por las buenas ni por las malas abandonará el poder.
Para recuperar la democracia y la libertad es necesario desenmascarar la maldad de este régimen que antepone sus intereses de nueva clase boliburguesa político miliar al bienestar y buen vivir de los ciudadanos.

Chema se ha quedado corto, este es un gobierno que vive del engaño y la mentira, tenemos el ingreso pero cápita más bajo de América, igual sucede con el sueldo mínimo y la pensión. La destrucción de la infraestructura por mal uso y falta de mantenimiento, peor que la que tiene lugar en Países en guerra. El manejo de los recursos naturales es totalmente irracional, la más de las veces propiciado por el propio gobierno. Podemos continuar durante largo rato. Gonzalo Febres
ResponderEliminarHola Gonzalo. ¡Gracias por comentar! Sin duda, este régimen vive de la mentira, el engaño, la traición y el caos; es su esencia y es el único modo de asegurarse a sí mismo su propia existencia. El daño antropológico que ha provocado en el país es tan grande que tomará varias generaciones revertirlo.
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